El apellido Altuna está de moda, y no es para menos, ya que Jokin Altuna en seis meses se ha llevado los dos Campeonatos individuales de pelota a mano; primero ganó el Cuatro y Medio y posteriormente el Individual. Su hermana, Nekane, trabaja en Logikaline y nos cuenta como vivió esos días tan intensos como bonitos.

¿Nekane, o la hermana de Altuna, cómo le conocen en el trabajo?

Nekane. Para las que me conocen desde siempre soy así. Es más, casi hasta ahora en el trabajo no sabían que Jokin era mi hermano.

¿Ahora ya saben quién es su hermano?

Sí, creo que sí. En diciembre tuvimos una cena, en la época que él gano el Cuatro y Medio y es cuando muchos se enteraron de que éramos hermanos.

¿Cómo ha vivido en el trabajo la situación de su hermano?

Con mucha tranquilidad. Antes de la final siempre había alguna persona que me preguntaba sobre él, también había alguno que era fan de Aimar, pero todo bien. El viernes antes de la final, entonces sí, me vinieron muchas personas a dar ánimos y a mostrar su apoyo y es bonito todo eso.

¿Y después?

Esta vez el lunes hice fiesta. En la final del Cuatro y Medio no pude y el lunes a la tarde vine a trabajar y esta vez decidí que ganando o perdiendo el domingo había que celebrarlo  y pedí fiesta para el lunes. Vine el martes y todo el mundo me felicitó y la verdad es que eso se agradece mucho.

¿También pudo conseguir entradas para los compañeros y compañeras de trabajo?

Son dos entradas, que luego aquí se sortean. A cada pelotari le dan una cantidad de entradas y yo traigo dos para la empresa. Es bonito.

¿Siempre han estado muy unidos los dos hermanos?

La verdad es que sí y ahora seguimos también estando muy unidos. De pequeños siempre jugábamos a la pelota. Me acuerdo una vez que me apuntaron para jugar un torneo y al final no jugué ya que me daba vergüenza. Siempre hemos estado juntos.

¿Cómo vivió los días previos a la final?

La verdad es que en casa no hablamos demasiado sobre ello y preferíamos hablar de otras cosas. Todos teníamos en la cabeza lo mismo y mi hermano todavía más, por lo que no sacábamos el tema. Ya en la calle, quieras o no todo el mundo pregunta lo mismo. A mí el trabajo me venía bien para desconectarme, ya que me centraba en lo que estaba haciendo y por unas horas no pensaba en la final.

¿Cómo recuerda las horas previas a la final?

Que estaba muy nerviosa. En casa fui la primera en despertarme. Para las siete de la mañana ya estaba con los ojos abiertos. Esperé hasta que se levantara mi hermano y desayunamos juntos. A la final del Cuatro y Medio fui en uno de los autobuses que organizaron en el pueblo, pero esta vez tenía claro que iba a ir con Jokin. Comimos todos juntos y a Bilbao. Una vez allí, ya no le vimos hasta que salió a la cancha.

¿Una sola le mirada le basta para saber como está Jokin?

Sí, y cuando saltó a la cancha enseguida me dí cuenta que estaba muy nervioso. Luego se tranquilizó.

¿Cómo ha vivido las dos grandes victorias de Jokin?

Tuve dos sensaciones muy diferentes. En la primera, muchísima alegría y mucha emoción. Acabé llorando de alegría. En el Individual me quedé incrédula, sin poder reaccionar. En casa sabíamos que ganar el Mano a Mano iba a ser más complicado y al final me quede como sin poder asimilar, pero luego sí, una alegría desbordante.

Y en Amezketa una fiesta.

Sí. Fue tremendo, las dos veces, pero es emocionante ver lo que había allí. También había gente del trabajo, y la verdad es que fue un día muy bonito. Esta vez volví con Jokin.

Con la fuerza que va adquiriendo la pelota femenina ¿No se anima a vestirse de blanco?

No, la verdad es que no. A mí la pelota me encanta, toda mi familia es pelotazale. Antes que mi hermano eran lo tíos los que jugaban a remonte y de pequeños íbamos a verles y en casa Jokin y yo veíamos juntos las finales de mano, ya que los dos éramos de Irujo pero para jugar yo, no.