En alguna ocasión alguien me instó a aprender a volar mientras escuchaba los acordes de "Learning to fly" de Pink Floyd. Hoy después de haber "planeado", entiendo la importancia de volar a todos los niveles. Eso es lo que hizo Leire Elósegui, responsable de Recursos Humanos en Logikaline y eje central de la entrevista de esta semana.
Elósegui realizó un Iroman el pasado mayo y hoy comparte con nosotros qué es eso de la conciliación laboral.
LEIRE ELÓSEGUI (L.E.): Me llamo Leire Elósegui, Vivo en Orendain hace 3 años, un pueblo cerca del Txindoki y cerca de otro pueblo que se llama Abaltzisketa, donde trabajo en LOGIKALINE.
LOGIKALINE (LGK): ¿Cómo te lanzaste a una prueba tan dura?
L.E: Soy deportista desde que tengo uso de razón. Creo que soy atleta de corazón, pero he hecho muchos deportes con más o menos fortuna. Bueno, menos. El balonmano me encanta pero me echaron del equipo porque no tenía dicen “cuerpo” y porque tenía miedo al balón. Y he corrido desde pequeñaja, creo que he hecho todas las modalidades del atletismo salvo pértiga. Incluso salto de longitud, que por cierto, no llegué a la arena.
LGK: ¿En qué consiste el triatlón?
L.E: El triatlón es una prueba que consiste en nadar, andar en bici y correr. En ese orden. En mi casa, mi hermano Jon lo hizo desde joven, pero yo no me animé hasta que conocí a mi pareja, que ya hacía la prueba más extrema, el Ironman. Y bueno, como se suele decir, me animé a intentar hacer un Ironman. Corría el año 2007.
LGK: ¿Qué es exactamente un Ironman?
L.E: Es la prueba más larga del triatlón. Consiste en nadar 3.8 kilómetros, recorrer 180km en bici y después terminar con un maratón, osea 42.2 km. Tiene una historia muy bonita. Cuentan que tres marines en Hawaii se juntaron para ver si eran capaces de ser hombres de acero haciendo una distancia máxima en tres pruebas diferentes. Al principio en la prueba se terminaba por nadar…pero lo vieron peligroso. Hoy en día el Campeonato del Mundo de Ironman se desarrolla en Hawaii, cuna del Ironman y solo pueden ir los que se clasifican. Es solo para los elegidos. Que no es mi caso….
LGK: Bueno, si ya has hecho esta prueba y otras muchas como ultras y maratones ¿Qué te anima a prepararte tanto con un trabajo exigente y una casa que llevar ?
L.E: Mi vuelta, mi reto es fruto de varias circunstancias. Y también es gracias a otras varias circunstancias. Hace un par de años perdí a mi mejor compañera de fatigas. Una persona a la que quise muchísimo, que para mi era el amor por el deporte en estado puro. Antes de enfermar, coqueteaba con hacer el Ironman de Lanzarote. Ella por primera vez y yo por tercera. Le dimos mil y una vueltas y nos apuntamos. No llegó a la salida. Le prometí a su pareja, que yo lo haría con un objeto suyo por las dos.
También, he llegado a una edad un poco crítica respecto al deporte. Es un momento más de “duelo”… de adaptarse a que te gane gente que no te ganaba, a adaptarte que entrenas más y andas menos. Es duro. Pero es ley de vida. Para gente que hemos hecho deporte desde tan jóvenes… darte cuenta que tu cuerpo te manda señales que ya no te gustan y que parece que cuerpo y mente dejan de estar alineados es un poco palo. Hay que tragar, y adaptarse. No hay otra. Pues pensé que era un buen momento para hacer mi último ironman. Es tal la paliza que tenía claro que con 60 iba a tener menos probabilidaes, con lo cual, me dije, pues bueno, otra excusa para dar por cerrar el círculo: 3 ironmanes harán mi círculo.
LGK: Habrás necesitado ayuda para semejante aventura
L.E: Es evidente que hay que contar con ayuda para hacer un entrenamiento acorde. LA CONCILIACIÓN necesaria es BESTIAL. Y un poco, caprichosa… si hace bueno un día de febrero, como la prueba es en mayo, tienes que andar en bici. Los días que puedas entrenar 4 0 5 horas, hay que salir sí o sí. Y en eso te tienen que ayudar. No significa claro, que no haya trabajado en 4 meses eh, pero lo he hecho , ya que el puesto, y Iñaki, mi jefe, me lo permitían, planificando minuciosamente los tiempos y adaptándonos trabajo y entrenos con mucho mimo. Si el trabajo era ineludible respecto a lugar y hora, ahí estaba y si podía hacer ese trabajo, por ejemplo, entrevistas de trabajo a la tarde pues el trabajo se adaptaba. Eso es conciliar. Y la familia igual…. A conciliar, a ayudarme, y a bailar al son del ironman. No hay otra. O por lo menos yo no sé hacerlo de otra manera. Y claro, como en casa tenemos otros dos deportistas, pues a conciliar también. Ahora hemos bailado al son de Ehun Millak y otras veces al son de los entrenamientos de gimnasia rítmica de Ibai.
LA CONCILIACIÓN necesaria es BESTIAL
LGK: ¿Y qué más hace falta para esos entrenamientos tan largos y esa prueba tan dura?
L.E: Hace falta fé. Mucha fé. En enero, febrero, con mal tiempo y mucha pereza… entrenas con la fé de que los resultados que ni intuyes, vendrán. Que haces dos horas de elíptica y nadas ..y que eso servirá en unos meses. Que te gastas un dinero importante en fisio y que eso te ayudará a no lesionarte. Pero no hay certeza ninguna. Tú, pico y pala, pico y pala, y a ver si para mediados de Mayo, tu cuerpo y tu cabeza llegarán a un acuerdo para semejante prueba. Y luego, bastante capacidad de –no sé si es aburrimiento o terquedad… hay entrenos que he hecho, que son a prueba de cabeza dura… hacer 3 horas en una bici estática, mirando a una ventana… buf!!! Al principio, llevas media hora y piensas, no puede ser que me quede cinco veces más. Pues te queda, y lo haces….
LGK: ¿Qué ha sido lo más difícil para ti?
L.E: Para mí lo más difícil es sentirte controlar tu obsesión y no sentirte solo en la batalla. Bastante hace la empresa, tu familia con ayudarte a diario, como para que sueltes todo lo que está pasando por tu mente. Tus miedos, tus kilómetros, tus cuentas. Tu cabeza está al 90% con ese paisaje. Suena muy egoísta, y lo es. Tienes que frenarte y seguir con la vida. Y a veces, es inevitable, pro cansancio y por dudas, te vienes abajo… y venga te pones en modo calimero, pero he intentado no hacerlo. No sé si lo he conseguido mucho, seguramente mi pareja te dirá que no. Lo que no sabe es que si no me llego a frenar….
LGK: ¿Tenías preparador? ¿Seguías pautas o dietas específicas?
L.E: No, no tenía preparador. Tengo que decir que después de 30 años haciendo deporte, tengo mucha experiencia. He leído y he pasado por todas las modas habidas y por haber respecto a los entrenamientos y desde el principio creo que hice lo más importante que es SITUAR CON SENSATEZ TU EXPECTATIVA. Yo veo muchísima frustración en atletas porque no han reflexionado bien sobre cuál es una expectativa razonable respecto a la prueba. Y otra cosa fundamental era, llegar a la salida sin lesionarme. Esas dos cosas son , aunque parezca obvio, de las cosas que peor hacemos los atletas.En las pautas me intentaba ayudar mi pareja, que es un pedazo de triatleta, pero me costaba hacerle caso, por aquello de que como él es un caballo y yo un burrito entrenado, siempre me parecía que me decía “poco”. Yo siempre he entrenado más que él. Como el que necesita estudiar más. En los entrenamientos he sido muy disciplinada. Muchísimo. Obsesivamente. Si decía: hoy toca 100km… sí o sí los hacia. Y en la piscina, ahí me he tirado mis horas a paso morsa.
LGK: ¿Cómo fue el día de la prueba?
L.E: El día de la prueba fue muy bien, porque llegué. Y ese era el objetivo. Luego, claro, siempre te planteas los típicos “y si, …y si…”.Nadé a mi ritmo, tranquila. La bici fue muy bien aunque hizo muchísimo viento y en lo que mejor se me da, que correr pues tuve un percance gordo: me entró flato y corrí todo el maratón con un dolor insufrible. No pude correr “como yo sé”. Tuve que hacer un nuevo plan: no andar, y llegar como fuera. Tengo grabada en la mente la cara de mi hijo, cuando pasaba. Como me veía sufrir, él sufría. Y la meta, todavía tengo la carne de gallina, le miré y le vi llorando y gritando ama ama, fue tan emotivo. Muy muy bonito. Espero que él lo recuerde para siempre, porque yo desde luego que sí.
Me doy cuenta que tanto para el IRONMAN como para la vida, hay valores que son los que te hacen sentir la vida, vivirla con emoción y ser feliz. Tenacidad, trabajo personal de mejora (en este caso de entrenar, pero en la vida , de ir puliéndote como persona), empatía, el hoy por ti, mañana, por mí. Además de hacer lo que hay que hacer. Hay que intentar pasar el tiempo de la forma más de verdad, más de corazón posible. Aceptar lo que no puedes cambiar, y luchar por mejorar lo que sí puedes cambiar.