El pasado 22 de febrero la Real disputó un importante partido en Salzburgo, Austria. El equipo txuri-urdin se jugaba el pase a la siguiente eliminatoria de la Europa League, pero no pudo ser.

De todos modos, fue un viaje muy interesante para los cerca de los 2.000 aficionados; entre ellos varios miembros de Logikaline. Es conocida la relación que tiene la empresa con el club, ya que, aparte de compartir proyectos laborales, comparten la afición por el fútbol.

Logikaline sorteó un viaje a Salzburgo para dos personas entre sus trabajadores. El afortunado fue Cristian Cuadrado que viajó con su padre. El viaje incluía el billete de avión, dos noches de hotel y una cena con los jugadores de la Real el día anterior al partido.

Cristian trabaja en la plataforma 24 horas del Contact Center y estaba en la cama cuando se realizó el sorteo. Recibió la buena nueva con alegría; prefiere jugar más que observar, pero es futbolero y realzale desde bien pequeño. Al igual que su padre Daniel, más forofo si cabe.

Cristian reconoce que no fue fácil elegir el compañero de viaje, por la fecha y la disponibilidad de sus amigos. Al final, viajó con su padre, que se apuntó de inmediato; un viaje a Austria con los jugadores de la Real, un buen plan de familia.

Aunque todos estuvieran concentrados por el partido, Cristian asegura que fue muy agradable viajar con los jugadores de la Real: “Es increíble cómo cambian si los conoces en persona. Es gente muy cercana y agradable. Es verdad que todos estaban bastante concentrados por la importancia del partido, pero me parecieron muy agradables. No me pude resistir a sacar alguna que otra foto”.

La primera impresión que tuvo Cristian de la ciudad austríaca no fue muy agradable, pero las visitas guiadas pronto cambiaron su parecer: “La parte vieja de la ciudad es lo que más me gustó, los pasadizos y patios interiores que hay para pasar entre las calles. Según el guía antes eran rincones oscuros donde se acumulaba basura, pero ahora en cada rincón hay un restaurante, una pastelería, pequeñas tiendas…es un sitio muy romántico, muy idóneo para tomar un chocolate y un strudel con alguna persona especial!”, bromea Cristian.

También tuvieron oportunidad de conocer una de las más conocidas cervecerías de la ciudad. Un local de 8 salas donde se junta todo tipo de gente con la única intención de disfrutar de una buena cerveza. Y de colofón una exquisita cena en el restaurante más antiguo de Europa.

Suele hacer bastante frío en Salzburgo, pero según Cristian mereció la pena sufrir un poco para disfrutar de la ciudad: “El segundo día pasamos un poco de frío, pero había muy buen ambiente en la parte vieja. Nos encontramos con más aficionados de la Real”. Terminaron la visita en lo alto de un monte, en un viejo castillo desde donde se disfruta de una vista general de la ciudad.

Apenas notaron el frío en el campo de fútbol. Según Cristian no fue una jornada brillante, pero más allá del resultado, se queda con la experiencia vivida.

Salzburgo 2017