En la vida actual, en la cual internet ha conquistado casi todos los espacios, nuevos medios de comunicarse han conseguido una presencia e importancia difícil de imaginar no hace tantos años; podemos citar entre ellos al whatsapp, al Skype,… y como no, al correo electrónico. Nos resulta muy cómodo el uso de esta herramienta para nuestras gestiones cotidianas, porque es directo, porque es impersonal y porque siempre lo tenemos a mano (en el ordenador, en la Tablet, en el móvil,…).Sin embargo, a pesar de dicha comodidad, todos hemos tenido que sufrir un daño colateral provocado por esa misma impersonalidad: la falta de atención. ¿Quién no ha recurrido alguna vez a un servicio de atención al cliente via e-mail, y tras no recibir respuesta, ha vuelto a tener que escribir, o a tenido que recurrir al servicio telefónico de atención al cliente (muchas veces de pago)? La falta de atención al cliente puede acarrear consecuencias muy graves para cualquier tipo de negocio; ¿entenderíamos que no respondieran a nuestras llamadas? ¿O que nos colgaran las mismas?, ¿entenderíamos que en la ventanilla o mostrador de atención al cliente nos hicieran la vista gorda? …En este sentido, algunas empresas han asumido, como algo normal, no responder a un importante número de correos electrónicos o tener el chat de atención al cliente en modo off line de forma permanente, cuando al final el resultado es el mismo: la falta de atención.Hay herramientas para poder controlar la gestión de las distintas formas de comunicación que se pueden dar en la atención al cliente, dando a todas la misma importancia (o por  lo menos la importancia que le queramos dar a cada una). Para este fin, Logikaline ha elegido a la plataforma de Altitude como compañero de camino, ya que esta nos permite integrar tanto llamadas como e-mails, en una cola única y en tiempo real, haciendo llegar el mensaje al agente especializado correspondiente;  garantizando así, que cualesquiera sean los medios elegidos, todas las consultas tengan una respuesta directa y rápida.