Vivimos en la era de la comodidad, la decisión personalizada y el egocentrismo. Conectados a través de los móviles y con la ayuda de asistentes virtuales nos hemos convertido en los dueños absolutos de nuestro tiempo y decidimos qué hacer con él.
En este escenario las plataformas de contenido bajo demanda y las redes sociales encabezan los contenidos web a los que les dedicamos unas cuatro horas diarias. Spotify, Netflix y Filmin forman parte de nuestra rutina de búsquedas junto a Youtube, que desde su creación allá por el año 2005 se lleva la palma de las consultas. Su importancia es tal, que ha modificado la manera de comunicarse de las marcas con sus clientes y usuarios, y de paso, las exigencias de estos últimos.
Ya no vemos la televisión, ahora esperamos a que las tendencias de Youtube nos avisen de que nuestro programa favorito está disponible y, lógicamente, esperamos que las empresas también sean capaces de adaptar sus contenidos a esta red social. No en vano, una estrategia de marketing para Youtube puede:
-Incrementar el tráfico hacia tu sitio web.
-Reforzar tu identidad de marca.
-Difundir tus contenidos de una manera rápida y sencilla.
-Dar visibilidad. La plataforma de contenidos audiovisuales acumula millones de reproducciones diarias.
-Impactar a sus más de 2 mil millones de usuarios.
Retomando el comienzo del artículo, ahora decidimos qué consumir y cuándo, pero además, las posibilidades que ofrece Youtube y el ecosistema digital que nos rodea nos dan la posibilidad de elegir dónde solucionar nuestros conflictos con las marcas o servicios.