"Perfectos desconocidos", el último film de Alex de La Iglesia, fue la excusa perfecta para que Decidata, PKF Attest y expertos en extracción y análisis de datos, comentasen qué ocurre con la información en el entorno digital y cómo se explotan los datos desde las empresas. 

El 14 de noviembre y ,una vez más bajo el patrocinio de Logikaline, dio comienzo el habitual cine fórum empresarial de APD y Orona Fundazioa cuyo objetivo era analizar la realidad que rodea a las empresas en el entorno digital y disipar las dudas acerca de la metodología aplicada en la explotación de datos.   

Tras el metraje de un film que nos habla de la necesidad de proteger nuestra intimidad y bajo la atenta mirada del público, los ponentes: Javier Lizarralde Socio de PKF ATTESTBelén Muñiz, Data Scientist de Laboral Kutxa e Iñaki Pertusa, Socio de Decidata trasladaron la problemática del uso de los datos y la realidad que envuelve a la gestión de la información masiva por parte de las empresas. Gestiones que se alejan de lo que los usuarios han oído sobre las redes sociales -RRSS-, algo que Pertusa quiso destacar desde un comienzo: "Es necesario separar la realidad en las RRSS de la realidad empresarial: Google o Facebook...saben mucho de nosotros, pero, por ejemplo, las grandes compañías telefónicas apenas nos conocen y lo que buscan es darnos un mejor servicio". 

Mejores servicios, crecimiento y una gestión más eficiente son las claves que se ocultan detrás de términos como el big data. "Todas las empresas necesitamos información para mejorar, pero siempre desde el  análisis de los diferentes tipos de referencias que poseemos y, por supuesto, asegurando su buen uso", explicó Lizarralde quien hizo especial  hincapié en el uso responsable de la información y en la importancia de contar con un equipo de trabajadores bien formados. "El riesgo no está en la tecnología si no en el uso que hacemos de ella y eso solo lo garantiza una buena formación". 

En busca del valor añadido

Pasada la crisis de Facebook y Google y con la polémica sobre las filtraciones de datos padecidas por algunas empresas gipuzkoanas, la gran pregunta no se hizo esperar. ¿Dónde están los límites en el uso de la información?

La primera en manifestar su opinión fue Belén Muñiz, la Data Scientist de la mesa: "Ese límite lo establecemos nosotros, pero las empresas tienen que dar un valor añadido ya que los clientes saben desde hace tiempo que sus datos valen, en algunos casos, mucho dinero".

No es una casualidad que uno de los ponentes viniese del mundo de la banca pues se trata del sector que más ha crecido al amparo de la tecnología big data, un análisis masivo de datos que no sirve de nada si no se persiguen una serie de objetivos. Pero cuidado, porque no se detiene en nombres propios o rostros, si no en lo que Muñiz denominó "nichos". "En el tratamiento de datos masivos no ves a la persona que está detrás si no que buscas nichos de personas para automatizar procesos y hacer más eficientes a las empresas. Tiempo atrás las evaluaciones a clientes que se hacían en los bancos eran más intrusivas sin embargo ahora han alcanzado cotas masivas".

Al contrario de lo que muchos puedan pensar, esta búsqueda del valor añadido por parte de las empresas cuenta con el beneplácito de los usuarios, quienes aceptan el uso de su información siempre y cuando se exploten desde el marco de la legalidad y en pos de un servicio adaptado a sus necesidades; aunque sea un bot quien les atienda. "La velocidad va a ser exponencial y vertiginosa y de aquí a 5 años entraremos en un camino desconocido. No sabremos si detrás de la línea estará un bot, pero nos dará igual si nos soluciona una necesidad", comentó Pertusa, quien además cerró el coloquio con una frase esperanzadora: "En las áreas más humanas la IA no nos superará".