El término “empresa sostenible” saltó a la prensa hace poco más de diez años, momento en que las grandes multinacionales empezaron a manifestar una mayor preocupación por el cuidado de su entorno, entre ellas IKEA, que de nuevo ocupa los titulares con un nuevo proyecto.

La empresa de muebles sueca acaba de anunciar su intención de abrir una tienda eco en el centro de Viena que perseguirá reducir el uso de los coches.  Entre las medidas más destacadas está la sustitución del aparcamiento a favor de un espacio verde con decenas de árboles.  Iniciativa más que se suma a otras como  el uso de paneles solares.  Sin embargo, existen tantas formas de entender la sostenibilidad como tiene múltiples  acepciones que van más allá de la etiqueta verde.

Para Logikaline la sostenibilidad también pasa por apostar por la vida más allá de los núcleos urbanos. Un problema que, tal y como a informaba en 2019 un artículo de  El Economista, más del 80% de los municipios españoles cuentan  con menos de 1.000 habitantes.  Un éxodo que deriva en la excesiva aglomeración urbana y todos los problemas que ésta lleva asociada.

Con todos estos antecedentes ¿Por qué Logikaline se considera un contact center sostenible? Porque coloca a las personas en el centro de sus intereses.  

Personas que viven en núcleos rurales, talentos senior y junior que apuestan por empresas radicadas en entornos verdes y con la capacidad de explotar las infinitas posibilidades que ofrece la tecnología a nivel comunicativo.

En resumen, Logikaline es una empresa sostenible porque crece cuidando a las personas y respetando sus raíces.

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